En el amor
el miedo nos puede jugar una mala pasada: Conformarnos para no estar solos,
tener dudas porque hemos idealizado el amor, echar de menos a nuestras ex
parejas, creer erróneamente y siendo víctimas de celos enfermizos que nuestra
pareja está rara y que eso es un buen indicio de infidelidad, discutir por
tonterías, pasarnos el día preocupados por una discusión tonta… En realidad, el
amor es mucho más que eso y el miedo puede hacernos perder al amor de nuestra
vida o que no lo disfrutemos nunca en su totalidad.
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