La vida
cambia de un segundo para otro, sin previo aviso. Un día estás genial y al
siguiente estás intentando comprender por qué te ha tocado vivir eso a ti. Lo
peor de todo es que en la mayoría de ocasiones es algo que no podemos evitar.
Pero lo que sí que podemos evitar es enfadarnos por tonterías, vivir
constantemente a la defensiva, preocuparnos por cualquier nimiedad, quejarnos
de todo… Así que tómate la vida con la mejor de las sonrisas y disfruta, porque
los buenos momentos son los que se recuerdan en nuestra mente.
Comentarios
Publicar un comentario