LOS FLECHAZOS EXISTEN...¡Y NO SÓLO EN LAS PELIS!

Normalmente cuando escribimos los posts de Hormonas Efervescentes lo hacemos de una forma impersonal, reflexionando sobre temas llamativos, contándoos vivencias, impresiones o situaciones que nos llaman la atención y que pueden ser de vuestro interés, pero pocas veces os contamos cosas personales. Sin embargo, en este caso, y queriendo inaugurar la categoría de amor de este blog por todo lo alto, haré una excepción.

Personalmente en temas amorosos siempre me había sentido afortunada. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tuve una relación larga, de 3 años, con alguien que creía que me quería de verdad (y que sigue afirmando que lo sigue haciendo), pero con quien nunca me sentí tan fuerte como para desear que mi futuro fuera con él. Cuando estaba con él seguía pensando que a lo mejor el amor de mi vida estaba por aparecer, que el amor podía ser algo más de lo que sentía por ese chico, que seguro que podía ser un sentimiento más fuerte… Sin embargo, él me hacía sentir mal y culpable por tener este tipo de pensamientos. A lo mejor a ello ayudó que era un chico con un pánico absoluto al futuro, y por eso tampoco me daba incentivos para soñar con una vida a su lado.

Después de aguantar carros y carretas, que no quedara conmigo en semanas siendo que vivíamos a 2 minutos andando de distancia, desplantes, sentirme siempre en un lugar inferior con respecto a sus amigos, que nunca me quisiera presentar a su gente, que no se alegrara por mis triunfos, que no se preocupara por mí, que no estuviera a mi lado cuando más lo necesitaba… Me di cuenta de que mi vida era una auténtica farsa, nuestra relación se rompió, y me hundí… ¡Pero no por mucho tiempo!
Creía que no iba a ser capaz de salir adelante, de rehacer mi vida, de volver a coger aire con naturalidad… Pero justo a las 3 semanas desde la traumática ruptura apareció EL HOMBRE DE MI VIDA. Fue un auténtico flechazo, el tiempo se paró, mi corazón se aceleró y me dejé llevar por el destino (en el que nunca había creído).

Él era un antiguo compañero mío de mis estudios de música cuando éramos pequeños, pero llevábamos más de una década sin vernos, por lo que no nos reconocimos. Nos enamoramos a primera vista sin saber quiénes éramos en realidad, sin saber que de pequeños jugábamos juntos. Y nos enamoramos en la misma escuela de música en la que estudiábamos juntos. Y sí, prometo que es la realidad y que no es un guion de película, ¡aunque yo me siento en un cuento de hadas!.

Y eso es lo bonito, los flechazos llegan cuando menos te lo esperas, cuando más lo necesitas y cuando menos lo deseas, cuando bastante tienes con lo que tienes y cuando no le ves solución a las cosas… Pero entonces llega esa persona que te hace ver que la vida es lo más bonito que hay, y que no hay nada más bonito que disfrutarla con tu media naranja.


Así que no perdáis la esperanza… Porque un día llega la hora, el lugar, la persona y la situación perfecta, y en ese momento sientes cómo los astros se han alineado para recompensarte y date todo aquello que te mereces, haciéndose por fin justicia en tu vida sentimental. 

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias por leer el post. Espero que tengas un buen día:) Si te interesa que tratemos algún tema en especial, estaremos encantados en satisfacer tu sugerencia!

      Eliminar

Publicar un comentario